En algún lugar leí que cuando una persona sale a caminar por la noche, los ángeles susurran en sus oídos. Y debe ser cierto. Lo digo porque ayer, venía hacia mi casa empujando el coche de mi pequeñín, cuando de pronto me vi envuelta en una vorágine de ideas que, como por arte de magia, me dejó pensamientos claros y profundos.
Eran las 10 p.m. Me sentía cansada física y emocionalmente, hambrienta, sedienta, preocupada. Recién finalizaba una mini –pero que sentí eteeeeeeeeerna--jornada de cuatro horas en la pequeña sala de observación de un centro de salud cercano. Llegué ahí porque mi hijo de 22 meses tenía vómito y fiebre. Y es que por estos lados anda un virus, pero ésa es historia aparte.
Pues, ahí venía yo, caminando hacia mi casa en esas calles desoladas, donde no se veía ni un gato callejero. Pensando, pensando… dándole vueltas a la situación, a mi vida, a mis tristezas y alegrías…
De pronto llegó la inspiración: soy una mujer afortunada. Dicen que más vale tarde que nunca, pues es cierto. Pese a que tuve que enfrentar un divorcio para ello, logré darme cuenta de que soy más valiente de lo que yo misma creía, que ‘más vale maña que fuerza’, que la vida es una sola y debo disfrutar sus colores, formas y olores. En fin, ¡que estoy viva!
Y que las situaciones que otrora me resquebrajaban, dejando ligeras marcas en mi alma, hoy las recibo como grandes experiencias que acumulo en mi mochila de la vida. Por esto, por lo otro, por aquello, hago mío el poema de Amado Nervo, En Paz, que a continuación les dejo:
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
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- La Nitos
- Managua, Nicaragua
- Como todos en este mundo, tengo virtudes y defectos. Pero creo que lo más importante para mí, es saber ser amiga, de las que se quitan la camisa para dársela al que la necesita. Fiel a más no poder, sincera, y muy reservada. Amo la buena ortografía y me cuido de tenerla; periodista de profesión y de corazón, madre por decisión. Pero, ¿quién mejor que mis amigos para describirme? Así que esa tarea se la dejo a ellos.
¡Que libres nos hacemos!!
ResponderEliminarCuando decidimos sentir paz, a diferencia de seguir sumergidos y de culpar a la vida.
Es una pérdida de tiempo no jombre!!! echarle la culpa al resto, que tal vez viven algo más duro y soportan con más fortaleza las circunstancias, es tan facil decir la típica frase: Por qué a mi?
paz a vosotros..
PD: No sé dónde esta el otro signo de interogación en mi teclado JAJAJA =)