lunes, 2 de febrero de 2009

Simplemente humana


Eres igual que los demás. Me juzgas... No estuve de acuerdo con la frase que me dijo mi amiga Katherine, sin embargo, respeté su libertad de pensamiento y expresión. Lo hice en silencio, sin porqués y sin réplicas. Dejé pasar el momento pero me fue inevitable darle vueltas al asunto.

En mi repaso mental de pronto creí detectar la causa. Esbocé una sonrisa mientras dialogaba con ella... imaginariamente, por supuesto. Y entonces, con el más cálido acento que pude emitir, le expliqué que no, que no está en mí juzgarla por sus actos o pensamientos. Por el contrario, me esfuerzo por compredenderla.

Curiosamente, un par de noches antes estuvimos chateando. Pese a tener muchos contactos en línea, centré mi atención sólo en dos: mi hermano y ella. Mientras trataba de infundirle aliento, yo lloraba mucho debido a unos problemas personales que en ese momento discutía con mi hermano. Obviamenete ella no se enteró porque traté por todos los medios de mantenerme ecuánime para poder seguir el hilo de su conversación.

Por eso, cuando me dijo que la juzgo me quedé en blanco por un par de segundos. ¡Y me sentí injustamente juzgada!. Lo cierto es que esa situación dio pie a este log. Me hizo reflexionar en lo que todos sabemos: cuán complicadas son las relaciones humanas.

Yo misma he caído en la trampa muchas veces. Jugar a que el otro es adivino -y por tanto debe saber qué pienso/siento sin que se lo diga- es fácil. Y quiero que me conmprendan, que me apachurren, que me aconsejen o simplemente me escuchen. Sin siquiera determe a pensar sobre las necesidades de mi interlocutor.

Y me pregunto, ¿por qué tendemos a esperar tanto de los demás? ¿Por qué de pronto nos volvemos incapaces de sentir empatía? ¿Cómo es que nos permitimos ser egoístas? Es como si siempre esperamos que los demás sean un dechado de virtudes cuando nosotros mismos estamos lejos de serlo. En este momento ni en broma, puedo imaginarme la respuesta a mis inquietudes. Quizá alguno de ustedes pueda arrojarme un poco de luz.

Por mi parte reconozco que no soy perfecta. Simplemente soy humana.

2 comentarios:

  1. mmm.... hola lanitos, no eres perfecta pero tas mas wena que el pan :) interesante blog y animo en superar tus problemas personales. Un besote de tu amor imposible, osea yo pues jejeje bye bye

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  2. Estimada Lanitos

    Lamento mucho el haber hecho eso en un mal momento. Sé que hiciste un gran esfuerzo por leerme en esa ocasión. Creo que después de eso no hemos vuelto a hablar con la misma frecuencia de antes. Sólo que he podido identificar lo siguiente leyéndote. Tú intentabas mantenerte ecupánime. Yo no, ni siquiera buscaba estarlo. Estaba desesperada. Ak final, con el paso de los días entendí que cada uno tiene un mundo y como no supe qué hacer hice lo único que se me ocurrió: NADA.

    Al final, no había forma de que tengamos un criterio justo cuando estamos alteradas e intentamos controlarnos. Lamento mucho si te lastimé con mi juicio. Dentro de tu ecuanimidad mi concepciónd e ese momento hizo que vea un juicio tuyo hacia mí. Al final, estimada, lo interesante es que no temes ser humana. Eres como eres y punto.

    Te quiero

    Kathy

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Managua, Nicaragua
Como todos en este mundo, tengo virtudes y defectos. Pero creo que lo más importante para mí, es saber ser amiga, de las que se quitan la camisa para dársela al que la necesita. Fiel a más no poder, sincera, y muy reservada. Amo la buena ortografía y me cuido de tenerla; periodista de profesión y de corazón, madre por decisión. Pero, ¿quién mejor que mis amigos para describirme? Así que esa tarea se la dejo a ellos.