
Llegaste a mi vida de manera inesperada, pero creo que fue en el momento indicado. Sobre todo porque, aliquebrada, me sentía como una pajarita frágil, triste, sin saber si podría emprender nuevamente el vuelo.
Y tus palabras, con esa voz dulce, comenzaron a descender sobre mi alma, como el rocío sobre una flor casi marchita, devolviéndole poco a poco la vida.
Pero el mejor regalo que pudiste darme, fue abrir tu corazón de par en par para mostrarme las heridas abiertas, aún dolientes, que no cejan en el intento constante por sanar; pero también las cicatrices de lo que pudo haber sido y no fue, de lo que pasó de golpe, de lo que chocó de frente con tu vida de niño inocente, marcándote para siempre.
¿Y sabés? Te agradezco eso profundamente porque has sido una inspiración para mí. Cuando hemos llorado juntos, o reído a carcajadas, me has dejado un poco de vos, me has invitado a crecer como persona y como mujer, me has brindado tu brazo para levantarme aún cuando muchas veces, vos mismo necesitás un punto de apoyo para seguir.
Por eso eso hoy quiero decirte lo importante que sos para mí. Porque con vos decidí sentirme feliz, abrir las ventanas y dejar que entren los rayos del sol. Gracias por ser como sos, gracias por existir… ¡Felicidades!

Feel good......
ResponderEliminar¡Vaya!!! es significativo que alguien pase por nuestras vidas y deje algo . Me gusta estar rodeada de personas así.
ResponderEliminarte felicito..