domingo, 25 de enero de 2009

Triste, muy tristemente


Este poema de Rubén Darío -uno de mis favoritos- refleja el estado de ánimo en que me encuentro días como hoy en que, pese al inmenso sol que nos alumbra, lo siento gris.

Un día estaba yo triste,
muy tristemente
viendo cómo caía el agua de una fuente.
Era la noche dulce y argentina.
Lloraba la noche.
Suspiraba la noche.
Sollozaba la noche.
Y el crepúsculo en su suave amatista,
diluía la lágrima de un misterioso artista.
Y ese artista era yo, misterioso y gimiente,
que mezclaba mi alma al chorro de la fuente.

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Managua, Nicaragua
Como todos en este mundo, tengo virtudes y defectos. Pero creo que lo más importante para mí, es saber ser amiga, de las que se quitan la camisa para dársela al que la necesita. Fiel a más no poder, sincera, y muy reservada. Amo la buena ortografía y me cuido de tenerla; periodista de profesión y de corazón, madre por decisión. Pero, ¿quién mejor que mis amigos para describirme? Así que esa tarea se la dejo a ellos.