domingo, 24 de enero de 2010
Niña inspiración
Su sonrisa amplia, llena de esos pequeños cuadritos que caracterizan los frenillos, me pareció la más hermosa del mundo. Dulce. Sincera. Radiante. El impacto que me causó fue tal que en lo más profundo de mi ser deseé ser como ella, pues realmente su expresión reflejaba por demás la imagen de una niña absolutamente feliz.
Sus ojos vivarachos adornados con lindas pestañas largas y curvas se entrecerraban de vez en cuando, dándole un toque de candidez que si bien se podía atribuir a su corta edad, también creo –y así me lo parecía en aquel entonces- que se debía a que en cada sonrisa un poco de su alma salía a luz.
Un cabello de corte medio enmarcaba su rostro de tez blanca. Cuando giraba la cabeza para ver a su compañera –era copresentadora de un programa de televisión de producción nacional- grandes bucles castaños se movían con cadencia.
¡Estaba completa!, si hablamos en términos de belleza física. En medio de todo, para mí eso era secundario. Lo que copaba mi pantalla era su personalidad y su impacto fue tal que esa imagen perduró en el tiempo.
Pero, como dice la canción: la vida es una tómbola… por lo tanto, gira y gira. Y en una de esas tantas volteretas (una que por cierto duró 20 años, poco más, poco menos), en el lugar menos pensado, me encontré cara a cara con aquella chiquilla. Ahora convertida en mujer.
Me di cuenta que su existencia no fue color de rosa, como yo me imaginaba. Claro, tampoco puedo decir que fue la peor pesadilla. Supongo que dentro de aquella linda casa que yo imaginaba (una niña tan dulce no podía menos que vivir en una casa linda), se ‘cocían habas’, como en el resto de hogares del mundo, incluyendo el mío.
De pronto me cayó la moneda. Di un salto mental en el tiempo y dejé de verla como la cuasi muñequita feliz de la televisión para convertirla en una niña de carne y hueso. La transformación me llevó hasta la mujer que tenía enfrente. Esposa y madre como yo, con todos los bemoles que la partitura de la vida implica para ella, para mí y para tantas otras que ejercemos esos roles.
Y fue entonces que mi visión cambió. Descubrí una dimensión desconocida y logré ver en cada uno de los pequeños surcos de su rostro (¡oye! Que a todas nos salen…) la enorme fuerza interior que se requería para desplegar tal sonrisa y para seguirlo haciendo a cada paso, durante 20 años más.
No me sorprende entonces que esta mujer pequeña de tamaño, me parezca una verdadera gigante. Sigue siendo bonita. Y aunque la experiencia se encargó de quitar un poco de brillo a su expresión, continúa irradiando esa luz que sólo puede provenir de grandes almas. Me siento agradecida por haberla conocido. De verdad, gracias.
sábado, 23 de enero de 2010
El ángel guardián
Quiero ser...
Es verdad, no es un cuento;
hay un Angel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.
Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad.)
El tiene cuerpo, manos y pies de alas
y las seis alas vuelan o resbalan,
las seis te llevan de su aire batido
y lo mismo te llevan de dormido.
Hace más dulce la pulpa madura
que entre tus labios golosos estruja;
rompe a la nuez su taimada envoltura
y es quien te libra de gnomos y brujas.
Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.
(Gabriela Mistral)
Es verdad, no es un cuento;
hay un Angel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.
Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad.)
El tiene cuerpo, manos y pies de alas
y las seis alas vuelan o resbalan,
las seis te llevan de su aire batido
y lo mismo te llevan de dormido.
Hace más dulce la pulpa madura
que entre tus labios golosos estruja;
rompe a la nuez su taimada envoltura
y es quien te libra de gnomos y brujas.
Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.
(Gabriela Mistral)
jueves, 21 de enero de 2010
Demostración mutua
Eso que conocemos como inteligencia, eso que nos deslumbra a veces cuando la encontramos en otros seres no siempre va de la mano con el desarrollo emocional. La inteligencia-inteligencia no tiene que ser 'pipita' de la inteligencia emocional. Eso ya me lo demostraste. Eso ya te lo demostré.
¿Ahora qué sigue? ¿Quién dicta el paso a seguir cuando dos personas que se quieren y se identifican no son las más duchas en esas otras artes que demanda la vida?.
¿Ahora qué sigue? ¿Quién dicta el paso a seguir cuando dos personas que se quieren y se identifican no son las más duchas en esas otras artes que demanda la vida?.
Yo no lo sé, ¿y vos?
miércoles, 20 de enero de 2010
Bye mamá
http://www.youtube.com/watch?v=GlpUgeI1CvI
Esta canción me encantó desde que la escuché. Quizá no se relacione con la fecha que me ocupa hoy -cuando mi madre estaría cumpliendo 67 años-... aún así, deseo dedicársela.
Esta canción me encantó desde que la escuché. Quizá no se relacione con la fecha que me ocupa hoy -cuando mi madre estaría cumpliendo 67 años-... aún así, deseo dedicársela.
domingo, 10 de enero de 2010
Guerrera de corazón

Me ofreciste disculpas y no sé el porqué. Quizá porque en medio de tu dolor lograste dimensionar el impacto que me causó la noticia que me diste. Pasé la noche en vela sin saber qué hacer, imaginando mil y una historias tejidas con hilos de fantasía teñidos con colores de impaciencia y horror.
Quise volverme palomita mensajera para zurcar los cielos en busca de noticias. Tu promesa de llamarme para mantenerme al tanto no me sustenta. Medito. Es lejos. Esa pequeña avecilla no podría llegar a un sitio tan lejano. Deseo entonces, convertirme -al menos- en una guerrera... ir por el mundo enfrentándolo todo. Sin importarme cómo o cuándo. Sin siquiera tomar en cuenta las circunstancias. Porque lo único que necesito para vencer, iría conmigo: mi corazón.
Día de mis Reyes

Día de los Reyes Magos. Ciertamente en mi país es una fecha cuasi perdida. Se menciona sí, pero no pasa a más.
En eso meditaba hace un par de noches mientras caminaba a prisa en una calle semi oscura de mi querida Managua. Pensar en la tradición que viven otros países de ofrecer regalos este día, hizo aflorar en mí una melancólica sonrisa puesto que me remonté a los años en que –cada Navidad, como es nuestra costumbre- abría los regalos con la avidez propia de un niño que desea descubrirlo todo.
Sumergida en tales recuerdos, de pronto sentí como si una nube de luz bajara del mismísimo cielo para iluminar mi mente y mis pensamientos dieron un drástico giro. Conté uno a uno, los mil y un regalos que me ha ofrecido la vida. Y danzaron en mi mente los rostros de aquellos y aquellas que me han acompañado en diferentes tramos de este mi andar por el mundo.
Me sentí profundamente agradecida. Mi corazón palpitó con más fuerza mientras mi pecho se henchía. Estremecida y conmovida visualicé algunos momentos específicos, quizá no más –ni menos- importantes que muchos otros, pero que en ese justo instante quizá lo colmaron todo.
Y repasé las noches enteras en que sentada junto a Poncho, a veces en silencio, dejé que mi alma buscara la suya para murmurar suavemente sus penas. Las hermosas charlas con el Padre Amézola (q.e.p.d.) que me permitían renovar las fuerzas… O, los días interminables en que el Negro me cuidó y se esforzó por confortar ese pedazo de mí que no hallaba consuelo.
La vez que la Jessly, no sé cómo, llegó a mi casa para ayudarme cuando yo me rendí ante todo. Y esa tarde en que, sola –mas no desamparada- sinceramente compungida, mi abuelita me abrazó para decirme que mi progenitora ya no estaba pero ella sería a partir de entonces, dos veces mi madre…. O el día en que la Claudita me abrió las puertas de su casa porque yo necesitaba urgentemente alejarme de todos; me compró un queque, porque era mi cumpleaños.
Y puedo seguir enumerando gentes muy cercanas y no tanto. Situaciones. Dolores, angustias, llantos. Oídos, hombros, manos dispuestas a sostenerme, a enjugar mi llanto… o tan sólo escuchar un desahogo, una queja.
Llegué a una conclusión: he vivido rodeada de hombres y mujeres que vienen a ofrecerme, en vez de incienso oro y mirra, amor, cariño, comprensión, solidaridad, amistad sincera….. Definitivamente, mi existencia está plagada de reyes y reinas sin corona que me han regalado sentimientos y emociones a manos llenas.
(Escrito el 6.1.10)
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Datos personales
- La Nitos
- Managua, Nicaragua
- Como todos en este mundo, tengo virtudes y defectos. Pero creo que lo más importante para mí, es saber ser amiga, de las que se quitan la camisa para dársela al que la necesita. Fiel a más no poder, sincera, y muy reservada. Amo la buena ortografía y me cuido de tenerla; periodista de profesión y de corazón, madre por decisión. Pero, ¿quién mejor que mis amigos para describirme? Así que esa tarea se la dejo a ellos.


